La tranquilidad del municipio de Soledad, Atlántico, se vio interrumpida la noche del 28 de diciembre debido a una ola de violencia que dejó dos personas asesinadas en distintos puntos de la ciudad. Ambos crímenes fueron perpetrados por sicarios que se movilizaban en motocicletas, una modalidad que sigue generando temor en la región.
Primer incidente: Joven asesinado en La Floresta
El primer ataque ocurrió en el barrio La Floresta, donde un joven de apenas 17 años fue asesinado de cuatro disparos. La víctima, cuya identidad aún no ha sido revelada, caminaba por la zona cuando fue interceptada por los agresores. Testigos del hecho relataron que se escucharon varios disparos antes de ver huir a los responsables en una motocicleta.
Segundo caso: Homicidio en Las Moras
Horas después, un nuevo ataque tuvo lugar en el barrio Las Moras. En esta ocasión, un hombre fue asesinado dentro de un establecimiento comercial. Los sicarios le propinaron siete disparos que acabaron con su vida en el acto. Al igual que en el primer caso, los agresores escaparon rápidamente en moto, dejando tras de sí una escena desoladora.
Investigación en marcha
Las autoridades locales han iniciado las investigaciones correspondientes para esclarecer ambos crímenes y dar con los responsables. Hasta el momento, no se ha revelado información adicional sobre las identidades de las víctimas ni sobre posibles móviles de los ataques. Sin embargo, estos hechos se suman a una preocupante tendencia de inseguridad que ha afectado a Soledad en los últimos meses.
Creciente preocupación por la inseguridad
La comunidad de Soledad ha expresado su consternación ante esta ola de violencia y exige respuestas inmediatas de las autoridades. Con estos nuevos crímenes, crece el temor entre los habitantes, quienes piden mayor presencia policial y estrategias efectivas para combatir la delincuencia.
Los recientes homicidios subrayan la necesidad de acciones contundentes para garantizar la seguridad en Soledad. Mientras tanto, los familiares de las víctimas enfrentan el dolor de una pérdida irreparable, añadiendo un trágico cierre al año en esta región del Atlántico.
Comments