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De 14 puñaladas asesinan a una mujer en el barrio Rebolo


La familia de la mujer de 35 años, madre de cuatro niños, siempre presintió la peligrosidad que transmitió en sus comportamientos, al no aceptar que había una “oportunidad” . 


Justo el día que Erika regresaba a su casa tras dejar a su niña de 7 años en el colegio, su expareja acabó con su vida. El hombre de 45 años la esperó para matarla a cuchillo, cerca de la vivienda donde ella residía, en la carrera 24 con calle 26, barrio Rebolo de Barranquilla.


Fue tan fatal la agresión que la mañana del asesinato, los vecinos escucharon los gritos desgarradores de la víctima que pedía auxilio. La mujer corría ensangrentada, debido a las catorce puñaladas recibidas en el cuello, el brazo y otras partes del cuerpo.


Erika y José Guillermo comenzaron su historia en el 2024 en Bogotá, donde ambos vivían r; sin embargo, la relación amorosa no continuó por las acciones que él fue mostrando con el pasar de los días, por lo que decidió ponerle punto final en menos de un mes.


“El tiempo que ella laboró en Bogotá, él iba hasta su trabajo, la celaba con sus compañeros, se agarró a pelear con un compañero de ella. Entonces ella dijo que no, que ella no quería vivir así porque tenía a sus hijos”, le contó este jueves a los medios, una de las hermanas, Gloria Cárdenas Gómez, en la morgue de Medicina Legal.


Pese a esa decisión, el hombre seguía acechando a Erika y hasta llegaba a perseguirla para hablar con ella. En los últimos meses,  el agresor se volvió más intenso y por eso ella decidió buscar refugio ante las autoridades. 


“Ella (Erika) lo denunció en la Fiscalía y no le prestaron atención, no la ayudaron.  Llevó todas las pruebas de las amenazas de muerte que él le enviaba. Esperaron que la matara para poder hacer algo”, relató la mujer con lágrimas que no lograban contenerse.


Para sus seres queridos, la muerte de la tercera hermana se pudo haber evitado si las autoridades hubiesen actuado ante el clamor de medidas de protección que solicitaba la víctima. Las amenazas fueron cumplidas por su agresor.Hoy, la familia de Erika Yamile, todos sus amigos y vecinos piden justicia. 


Este feminicidio es un recordatorio trágico de la violencia que muchas mujeres enfrentan en su vida diaria.

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