La Fiscalía General de la Nación ha dado un golpe significativo a la estructura del Clan del Golfo con la captura del intendente Harvey Arellano Cerda, quien se desempeñaba como jefe de operaciones de la Seccional de Inteligencia de la Policía Nacional (Sipol) en Bolívar. Arellano Cerda ha sido judicializado por presuntamente filtrar información confidencial sobre las operaciones de la fuerza pública, lo que habría beneficiado a la subestructura Uldar Cardona Rueda del grupo armado ilegal.
Las investigaciones revelaron que el intendente aprovechó su cargo para acceder sin autorización a los sistemas de Sipol, extrayendo información privilegiada sobre los movimientos de las autoridades. Esta filtración permitió al Clan del Golfo eludir operativos policiales y proteger sus actividades ilícitas, incluyendo el manejo de sus finanzas ilegales. Arellano Cerda fue imputado por el delito de violación de datos personales agravado, un cargo que aceptó durante la audiencia. Como resultado, se le impuso una medida de aseguramiento privativa de la libertad en su residencia mientras continúa el proceso judicial.
La captura del intendente se logró gracias a interceptaciones telefónicas legales que proporcionaron pruebas clave en la investigación. En una conversación interceptada, Arellano se escucha recomendando a un miembro del Clan del Golfo, conocido como alias "Cuco", evitar movimientos sospechosos para burlar una orden judicial, diciendo: “No diera papaya, por lo menos durante un año, para que transcurra el tiempo y se venciera dicha orden”.
El fiscal encargado del caso destacó que Arellano no solo proporcionaba información sobre las operaciones policiales, sino que también asesoraba a los miembros del Clan sobre cómo evadir la acción de la justicia. Esto pone de manifiesto cómo los grupos criminales han logrado infiltrarse en las instituciones encargadas de mantener el orden público.
Este caso resalta la preocupación sobre la infiltración de grupos criminales dentro de las fuerzas del orden y refuerza el compromiso de las autoridades para desmantelar las estructuras del Clan del Golfo. La Fiscalía continúa trabajando para erradicar los nexos entre delincuentes y funcionarios públicos, buscando garantizar una respuesta efectiva contra el crimen organizado.
La captura de Harvey Arellano Cerda es un recordatorio alarmante de los desafíos que enfrenta Colombia en su lucha contra el crimen y la corrupción dentro de sus instituciones. Las autoridades están decididas a seguir adelante con investigaciones exhaustivas para asegurar que aquellos que traicionan su deber sean llevados ante la justicia.
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